Desde el verano pasado hasta
ahora he empezado a consumir semillas de chía y os quería hablar de los
beneficios del consumo moderado de estas semillas.
Empecemos por lo básico, la chía
es una planta típica de centro américa. Tiene un alto contenido en calcio,
potasio, y hierro, pero uno de los motivos por los que más se ha extendido su
consumo ha sido por el alto contenido en Omega 3, proteína y fibra.
Para hacernos una idea, la
chía es tres veces más antioxidante que los arándanos, tiene el doble de
potasio que un plátano, tres veces más hierro que las espinacas, siete veces el
omega 3 del salmón, y lo que es más interesante, tiene 7 veces el calcio de la
leche. Aquí os dejo sus valores nutricionales
para que podáis comparar:
Por cada 100 gr de Chía:
Energía:
483 Kcal
HDC: 42,12
gr
De los
cuales 34,4 gr son fibra y no contiene azúcar.
Grasa:
30,74gr
Proteína:
16,54gr
Debemos considerar que 100 gr
de chía es una cantidad muy elevada, no debemos consumir al día más de una
cucharada de esta semilla.
Está considerado como un
alimento saciante, esto tiene una fácil explicación, la chía tiene un alto
contenido en fibra soluble, que reacciona con el agua, se crea una especie de
gelatina que triplica el volumen de semillas, si las tomamos secas, este
fenómeno se produce en nuestro estómago haciendo que nos sintamos saciados. No
solo eso, la gelatina forma una película en el estómago que impide que nuestro
cuerpo absorba ciertos tipos de azúcares. De la misma manera, también esta
gelatina hará que nos mantengamos hidratados.
Os recomiendo añadirla a bebidas, es decir, al zumo de naranja por la
mañana, o a un batido en la hora del desayuno.
Yo la tomo con el yogur, unas veces la dejo en agua unos minutos y luego la
añado al yogur. También podemos prepararnos un poco que queso batido, mezclarlo
con semillas de chia y dejarlo reposar en el frigo, y a la hora de tomarlo
añadirle un poco de mermelada. Este último es un post-entreno genial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario