Primero de todo el lugar, son unas cuevas que han restaurado muy bonitas. Con pequeños rincones y mesas separadas, casi como reservados.
Además, si quieres, te cuentan la historia que tienen detrás y es impresionante.
Pero por supuesto, lo más importante, la comida. Muy rica!
Quizá un pelín caro, pero la relación calidad- precio y sobre todo, por el ambiente, merece la pena
De aperitivo, nos pusieron esta vichyssoise, que nos gustó bastante. Entrante correcto para ir abriendo boca sin ser demasiado pesado.
Empezamos con unos entrantes para compartir:
-> Burrata sobre crema de tomate y albahaca con olivada de aceitunas negras: muy rica y nada pesada
-> Ensalada de rúcula con cremoso de queso de cabra y manzana caramelizada: más normalita
-> Cremosas croquetas caseras de jamón ibérico: ricas ricas y de verdad, cremosas
-> Huevos Cabreados: Huevos rotos y nuestra salsa con toque picante: muy buenos, saben como a baicon
De principales pedimos:
-> Verduras de temporada a la brasa con salsa romescu y aroma de albahaca: las verduras con verduras, pero estaban bien cocinadas y la salsa muy buena
-> Risotto cremoso de boletus y espárragos trigueros: quizá ya está un poco visto este tipo de rissotos, correcto
-> Hamburguesa de ternera con Foie, Jamón Ibérico y cebolla caramelizada: muy buena, se ve que es buena carne y con el foie queda riquisima
-> Rulo de rabo de toro con salsa de garnacha y muselina de patata: no lo llegué a probar, pero mi tio rebañó el plato!
-> Entrecote del Pirineo braseado con sus patatas aliñadas: excelente calidad, se deshacía en la boca y la salsa de las patatas buenísima
-> Torrija, la nuestra , la de toda la vida… : este postre nunca falla, rico rico
-> Tarta de queso sobre base de galleta crujiente y frutos rojos: muy suave, me gusta que sea alta
-> Copa de yogurt cremoso con pure de fresa: no lo llegué a probar, pero el mismo tio del rabo del toro no dejó rastro
En resumen, excelente sitio, muy romantico y que sorprende
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