Nos encantó!
Primero el local es precioso, una casa antigua con varios pisos, remodelada moderna, con pequeños comedores que hacen bastante acogedor el sitio.
El servicio también bastante correcto y amable.
Y por supuesto, lo mejor la comida.
Nos trajeron de aperitivo este pulpo a la vinagreta, que estaba correcto.
De entrantes pedimos:
-> Croquetas mixtas de cecina y queso azul, muy buenas!
-> Tomate con anchoas: más normalito
-> Rollitos de pato: a mí el gusto del pato cada vez me gusta menos, así que no me convencieron mucho...
-> Chipirones con crujiente de morcilla: estaban ricos, aunque lo normal para un chipirón.
De segundos tomamos:
-> Solomillo: bastante bueno, pero como a mi padre le gusta muy pasado, no pudimos probarlo como se merece
-> Ciervo: la carne y la salsa muy ricas
-> Rabo de toro: esto fue lo que pedí yo y creo que acerté porque es lo que más me gustó de todo. La carne muy jugosa y sabrosa, se deshacía. Con las setas y el puré quedaba espectacular.
-> Rollito de cochinillo con migas dulces: también rico, pero la carne más secas. Las migas estaba muy ricas :)
-> La casa nos invitó a un prepostre, que en este caso era un chupito de una especie de mousse de membrillo con chocolate.
A mí me gustó la parte del membrillo pero el chocolate quizá estaba demasiado fuerte para la mezcla.
-> El mejor postre fue el suflé de mazapán con helado de canela. Qué rico! En realidad es más un bizcocho que un suflé, pero da igual, estaba riquisimo
-> Flan manchego: sabía bastante a queso... seguro que manchego! Pero con la mezcla del dulce quedaba muy rico.
-> Milhojas: era el postre más normal pero aún así nos gustó a todos mucho
Sinceramente, si vais a Toledo, os recomiendo ir, se come genial y tienen detalles como el prepostre o unos cereales con chocolate que nos pusieron con el café, que hacen que valores mucho la experiencia
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