El otro día quería cenar una ensalada pero tenía frio y me apatecía algo calentito, así que me decidí por saltear unas espinacas.
Es muy fácil: sofreimos unos ajitos con champiñones (yo uso de los de bote que me resulta muy cómodo para tenerlos siempre en casa).
Después agregamos las espinacas pero quitandolo directamente del fuego.
Si las rehogamos con el fuego alto, enseguida se consumen y se quedan en nada, así que hay que tenerlo en cuenta para no pasarnos con el calor.
Y listo: podemos añadir un poco de pimienta y de perejil para darle más sabor.
Espero que os guste!
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